Junto al faro
Solíamos encontrarnos a medianoche junto al viejo faro. Lo habíamos elegido como punto de reunión porque allí comulgaban la tranquilidad de una cálida noche de verano y el bramido incesante de las olas. Soñábamos respuestas bajo el manto protector de la playa y reías enérgicamente entre reflexiones y posibilidades. Entonces tu rostro se iluminaba con el tenue brillo de la luna y yo me preguntaba qué habría en tus ojos fantasmas que me transportaba a fantasiosos reinos.
Ese había sido nuestro espacio hasta entonces, así ,suponíamos, sería por siempre. Nos garantizaba el esperado encuentro donde podríamos rebelarnos, uniendo fuerzas para traspasar la barrera infranqueable espacio-tiempo. Así las estrellas entonces, brillaban como únicos testigos de nuestros desesperados intentos por lograr aventurarnos a tremendas travesías.
–V🌼