Gotta do more, gotta be more
Me había dado cuenta de lo insustanciable que era el miedo en ciertas situaciones de la vida. Pensaba en cuánto me había costado vivir condicionada por ciertos temores; me había desplazado, me había quitado la posibilidad de ser yo misma, de fluir. Estaba entonces prisionera de una idea, pero en estos momentos, mirando en retrospectiva, comenzaba verdaderamente a ver. Comprendí la magnitud del mundo, y la infinidad de posibilidades. Me sorprendió conocer que más allá de las calles de antaño, había sitios lejanos con una belleza inefable. Si haber estado en contacto con tantas personas de diferentes lugares y haber escuchado sus formas de pensar no abría mi mente, ¿cuándo me daría la posibilidad de cambiar de perspectiva? ¿De confiar en mis capacidades? ¿Cuándo me animaría a vivir conforme a quien quiero ser y no a quien consideraba que los demás esperaban que fuera?
Por más que quisiera quedarme en la comodidad de la conformidad, ya no había manera de desoír esa voz interior que me impulsaba a hacer más, a ser más. Estaba decidida a apostar por esta nueva realidad y por el cambio.
-Valen🌼
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