Muuuy miércoles

 Reenfoque

¿Qué me llevo de la etapa escolar? ¿Qué marca quiero dejar?

  ¿Qué me llevo de la época escolar?

  Hoy la profesora de filosofía nos invitó a cuestionarnos qué huella queremos dejar en el colegio y qué cosas nos llevamos de allí. 

  Cuando se vive tanto en un lugar, los infinitos recuerdos se agolpan en la mente y se confunden entre sí; la mayoría llegan a olvidarse. Cuando venimos avanzando a buen ritmo y de pronto, nos paramos, mirar hacia atrás se hace difícil; si al fin logramos ver, encontraremos numerosas memorias de quiénes fuimos y de todas las experiencias que moldearon quiénes somos hoy. Sintetizar en un comentario tantos años de conocimientos, alegrías, diversiones, frustraciones, juegos, amistades e historias se vuelve imposible. Básicamente, sería como resumir en una sola carilla la vida entera. 

  Sin embargo, ciertos aspectos resultan ineludibles y siento que contarlos es fundamental. Ahora recuerdo en aquel patio una difusa imagen de mi primer día de clases, una tarde soleada de marzo, yo y mi mochila rosa de princesas, perdida entre muchos otros chicos, sin reconocer a nadie y absorta en aquel mundo nuevo de entonces. Rememoro también un día de misa; mientras salimos de la capilla, todos cantamos una canción sobre ángeles y aún en el pasillo, seguimos cantando. Y alguna tarde, todos reunidos en ronda, compartiendo una merienda especial.

(a continuar...)

-Valen🌻

Cuánto más

 Ay, ay, ay

"Aquí estoy en la terraza, sola, frente a la costa. No hay viento, el mar está quieto. Una confesión: la soledad ha dejado de herirme. Mejor aún: me permite revisar , casi diría descifrar, mi pasado sin gracia. En un platillo de la balanza coloco mis odios; en el otro, mis amores. Y he llegado a la conclusión de que las cicatrices enseñan; las caricias, también". - El porvenir de mi pasado, Mario Benedetti

💚

  Entonces me preguntaba cuándo dejaría de buscar. ¿Acaso estaría toda mi vida yendo de un lugar a otro, sin encontrar respuesta alguna? Esa pregunta me frustraba más que la propia sensación de vacío. Porque, cuando yo reconocía en mí misma aquella recurrente angustia, no me molestaba porque ya estaba acostumbrada a sentirla. Sin embargo, no hallar la solución a la desesperante voz que cada tanto repetía cuánto más, era algo realmente insoportable. 

   Solo quería ser libre para disfrutar la vida al máximo. 

Reafirmando mis verdades

 Todo más cerca de lo que parece

En viaje…

 Despierta, corazón