La gente de un tiempo pasado

Hace mucho tiempo

“Temo que a espaldas de los bandos tangueros, las multitudes se han ido a casa. La única esperanza está en la aparición del artista. Ese que se presenta por la puerta menos prometedora y, sin doctrina ni explicaciones, llega al rincón más secreto del alma. Las buenas gentes de estos tiempos deshilachados no pierden la esperanza”. –El ángel gris, Alejandro Dolina

 

 ¿Qué hacía antes la gente? Qué hacía cuando no existían ideas sugestivas que llenaran su mente; cómo ocupaba su tiempo si nada más había que hacer, solo las aburridas -tranquilizadoras- tareas cotidianas; cómo se sentía la gente al ser dueña de sí misma... ¿acaso era dueña de sí misma? En ese entonces, no estaba cautiva de sufrimientos silenciosos, y cuando se miraba al espejo, su humanidad calmaba sus inquietudes brindando respuestas. Probablemente no se sintiera en la obligación de escaparse tan seguido, ni de internarse en un mundo de artificio. Adónde habrá ido esa gente, a quien los pequeños detalles de los días la colmaban de alegría. Un aroma agradable para despertar en ella el regocijo de las sutiles cualidades de su espíritu; un melódico sonido para que su memoria evocara preciosos recuerdos. Y en esos momentos en los que la felicidad acaricia el cuerpo y el corazón se halla satisfecho al fin, no le faltaba ni le sobraba nada: todo era suficiente, todo estaba bien. Tal vez ahora vivan solo en los libros y sus sueños sean exclusivos de cuentos. Aunque algo me dice que en algún sitio de por acá deben estar. 

 Tan intrigada me encuentro por conocer el secreto de aquella gente, que me reportaría un gran placer conversar con ella. A este respecto, si alguien sabe qué sitios frecuenta aquel grupo, que por favor me contacte. 

-Valen🌼