Entrañable mundo
Aquel mundo de sueños que un día conocí se quedó atrás, en un tiempo pasado que frecuentemente rememoro y vuelvo a rememorar. Hoy reflexiono sobre momentos que entonces disfruté, pero que ahora pueblan mi memoria constantemente, ocupando el espacio que nuevas vivencias deberían llenar.
En estos comienzos de mes, mi mente es hogar de infinitas confusiones y en mi incansable empeño por hallar la manera de desenredar tanto lío, acabo añadiendo más razones para enmarañar mis ideas. Caminado por la ciudad vi grabada una frase en el asfalto, que decía no quiero pensar. Y me parece que esa expresión representa metafóricamente mi situación actual. Porque quizás sea necesario un recreo al exceso de ruido mental; pero, a ver, ¿por qué no un descanso indefinido del desasosiego? Es decir, más bien, encontrar el punto donde trabajo y disfrute comulguen sin necesidad de que la balanza se incline para uno u otro lado, y que las preocupaciones queden fuera de esta ecuación.
-Valen
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