Mucho más allá

Bosques

 “Solo el miedo y el cansancio vencían a la seducción de la libertad”. –La isla bajo el mar, Isabel Allende

 

    Llorarías al sentir una confusión de sentimientos abordándote de impreviso y recorriéndote el cuerpo, al tiempo que la incertidumbre y la desazón se plantarían en tu pecho. Entonces seguirías tumbada, intentando conciliar el sueño, pero cientos de preguntas no dejarían de rondar tu mente. Qué significado le darías a aquel bello paisaje que habías observado. Pensabas en los valles y en el pueblo, y qué fantásticas se veían las casitas en la cima, cuando se hacía de noche y su solemnidad se resumía en algunas luces, desperdigadas por la oscuridad. Imaginabas las vidas de aquella gente de las casitas y qué tranquilidad deberían sentir al contemplar cada día esa preciosa imagen. Te preguntarías por qué no quedarte allí, viviendo en aquel sitio. Sin embargo, no hallarías una respuesta satisfactoria y, de pronto, al dirigir tu mirada al horizonte, descubrirías al paisaje interpelándote. Por qué querrías quedarte, qué es lo que estabas buscando. ¿En verdad te atreverías a luchar por tus sueños, o bien acabarías conformándote?

Aquella noche de verano, una suave brisa acarició tu rostro. Trajo con ella aroma a pino y laurel y te envolvió en un cálido frenesí. Detrás de las montañas el sol se iba, dejando detrás de sí colores que recordarías siempre. La noche daba tregua luego del calor intenso del día. Al sincerarte con vos misma, veías reflejadas en el río aquellas emocionantes expectativas que te mantenían en vilo. Sabías lo prometedor de tu potencial, por lo que estabas segura de hallar la manera de sobreponerte a las dudas y la negatividad. Algún día llegaré, te decías. Porque entonces no lo entendías, pero la paz y las certezas estaban renaciendo en tu corazón; te reencontrarías con tu verdad y esta vez no la dejarías irse.

-Valen🌼