Ding dong, las campanas anuncian la partida
Es el poderoso alarido, oculto en las profundidades de su alma, que quiere escapar, que quiere salir cada vez que lo ve. Cada vez que lo ve tan cerca suyo, ese grito necesita escapar. No aguanta. Ya no. Ya ha pasado mucho tiempo. Se repite a sí misma que no guarde rencores, pero no es rencor. No logra descifrar qué es. La forma en la que su alma tiembla cada vez que lo percibe cerca, la atormenta a cada instante. No lo soporta, necesita sanarse. Que sus heridas sanen es lo único que pide.
Porque cada día de su vida se dice que no va a pensar más en él, ¿ y qué hace? Seguir pensando en él. Cómo sacarlo de su cabeza le gustaría saber. Cada palabra que le escucha decir es como un puñal por la espalda, que la perfora y la deja agonizando. Pero no puede gritar. No puede gritar porque nadie comprendería su dolor, nadie entendería que mientras él, tan simplemente es él, ella se muere por dentro, tratando de no desarmarse. 💘
Qué pretende él. Si ella le ha dado su vida y otorgado sus pensamientos. Ya no le queda nada, y el duro tormento no para, necesita que él se vaya de una vez por todas. 👻
Qué quiere, no lo entiende. Ya mucho tiempo ha pasado pero los años no parecen servirle de consuelo.
Y tal vez el día anhelado, en el que su alma lo perdone al fin, logre por fin entenderlo. 🌆
-V🌼