Saturday, 26 June 2021

Como el fuego se consume, su alma, ferozmente

 

Ding dong, las campanas anuncian la partida


   Es el poderoso alarido, oculto en las profundidades de su alma, que quiere escapar, que quiere salir cada vez que lo ve. Cada vez que lo ve tan cerca suyo, ese grito necesita escapar. No aguanta. Ya no. Ya ha pasado mucho tiempo. Se repite a sí misma que no guarde rencores, pero no es rencor. No logra descifrar qué es. La forma en la que su alma tiembla cada vez que lo percibe cerca, la atormenta a cada instante. No lo soporta, necesita sanarse. Que sus heridas sanen es lo único que pide. 

   Porque cada día de su vida se dice que no va a pensar más en él, ¿ y qué hace? Seguir pensando en él. Cómo sacarlo de su cabeza le gustaría saber. Cada palabra que le escucha decir es como un puñal por la espalda, que la perfora y la deja agonizando. Pero no puede gritar. No puede gritar porque nadie comprendería su dolor, nadie entendería que mientras él, tan simplemente es él, ella se muere por dentro, tratando de no desarmarse. 💘

   Qué pretende él. Si ella le ha dado su vida y otorgado sus pensamientos. Ya no le queda nada, y el duro tormento no para, necesita que él se vaya de una vez por todas. 👻

   Qué quiere, no lo entiende. Ya mucho tiempo ha pasado pero los años no parecen servirle de consuelo. 

   Y tal vez el día anhelado, en el que su alma lo perdone al fin, logre por fin entenderlo. 🌆


-V🌼


Sunday, 20 June 2021

La señora Dalloway

 Frases, frases👒


“Qué absorbente es esta vida, misteriosa e infinitamente rica”.–La señora Dalloway, Virginia Woolf



 

Monday, 14 June 2021

¿Qué pasa cuando las historias terminan?

 El aventurero

 ¿Qué pasa cuando las historias terminan?

   Cuando en el vacío se pierden los propósitos y el sentido de los actos que al unísono formaban la armonía perfecta, la canción que quería que fuera eterna se esfuma en el viento. Qué pasa cuando ya no hay sueños, ni rumbo, ni faro en el medio del mar, ni SU faro en el mar, que la guiaba en cada aventura. Y cuando ya no hay aventuras ni aventureros, en el mar en calma todavía se escucha el eco de los rebeldes que aspiraron a mucho, pero que igual debieron llegar a puerto y detener el bote en el muelle. Quizá se resignaron. Claro que se resignaron. Pero fue una manera pura de resignarse, no dándose por vencido, pero aceptando las desfavorables circunstancias y cediendo ante el inflexible paso del tiempo, que todo permite, que todo consume. 

   Las nubes del sur cubren el cielo, y al mediodía ya se siente el despiadado invierno que entra sin pedir permiso y ocupa cada rincón del hogar, de su nuevo hogar, porque el antiguo lo tuvo que dejar; ya no soportaría vivir en el silencio. Una nueva mañana. Abre el cajón, busca un saquito de té y lo prepara, bien dulce, para resistir y no congelarse por dentro, pero ella se congeló el día que el aventurero tuvo que irse. -Cariño, sé que algún día te irás, pero justo ahora no me dejes- le habría dicho la última vez que se vieron. Él la habría mirado sin decir nada, pero su mirada lo decía todo. Se hacía tarde; debía regresar al puerto. 

   Ahora, el vacío acechaba a cualquier hora, sin importar si era de día o durante la noche. Estaba instalado, por supuesto, había llegado aquella mañana gris, en la que comenzó a crecer y crecer dentro de su pecho. Había venido con su maletín de ilusiones rotas y nostálgicos recuerdos, esta vez sin culpas pero con el recurrente deseo de que las cosas hubieran sido de otra forma, y con cientos de preguntas que empezaban con: qué hubiera pasado si, por qué no, y si ahora yo, y si ahora él, y si ahora nosotros pudiéramos volver...

   Que el sol en la mañana

   Ya no salga más

   No es sorpresa

   Porque vos no estás


-V🌼

   

Tuesday, 8 June 2021

Escritos

 

Prosa

   Es la noche, que no me deja dormir, porque no puedo dejar de verla. Me sostiene en una nube de aire fresco; pero aunque sea invierno, es una noche cálida. Aunque mi alma en pena esté acongojada, ella me envuelve en su infinita libertad. Y eso es lo que siento. Me siento libre y plena; siento que vuelvo a respirar. Tan solo espiarla mientras está en su plenitud, asomarme y contemplarla, aunque su modestia y compostura traten de impedirlo, ella no entiende que su belleza es mi único consuelo frente a la vida. Que es todo. Que solo abriendo la ventana para dejar pasar su luz, recompone el aire que respiro y repara mi corazón con sus maternales manos. Noche, me volviste a salvar. Pero, noche, no te vayas sin antes prometerme que todo va a volver a estar bien. 



El consuelo de la noche

 Cómo explicarse a uno mismo los sentimientos a veces sofocantes. Cada tanto la única y más completa manera de darle forma a lo que sentimos...