Friday, 28 October 2022

Jugando a las escondidas

 Cuando lo veo



“Pobre amor el que de pensamiento se alimenta”. –Rayuela, Julio Cortázar 

 

  En el colegio hay un chico distinto al resto. Es alto, de linda mirada y de paso seguro. En cada salón donde entra, llena el ambiente de frescura e irradia un aura de misterio. He llegado a pensar que él ve el mismo mundo que veo yo. Podría decir que con su presencia mi día se torna de colores más vivaces, porque cada vez que lo encuentro, mi corazón da un pequeño brinco e instantáneamente una sensación de interés me recorre el cuerpo. Cuando lo cruzo en el recreo, a veces está solo. Me encantaría acercarme a él y ser su amiga. Porque, más allá de que sea atractivo, siento que es muy parecido a mí y que nos haríamos muy buena compañía en aquellos momentos de vacío y soledad. Podría ayudarlo y él a mí. Sin embargo, la razón por la cual no me animo a conocerlo es, más que nada, el qué dirán si nos ven juntos. 

  Parece que una vez más voy a someterme a los versátiles caprichos de la opinión ajena. 


PD:  Estoy comenzando a pensar que quizás adoro fantasías porque entregarme de lleno a la realidad me da muchísimo miedo. 

–Valen🌼


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